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La naturaleza es sabia y, al modo de una semilla, cada niño contiene ya en su interior todo lo necesario para crecer. Tan solo necesita amor y sentirse respetado siendo reconocidos sus propios logros. La motivación para superarse más grande y genuina de un bebé, y del niño al que dará lugar, será la suya propia.
¿Qué es el rinconcito?
Un lugar mágico creado a la medida de los niñ@s, donde sentirse segur@s,cuidad@s, y querid@s, apostando por mi parte por una entrega consciente y sincera, con experiencias únicas que suman en momentos claves del crecimiento.
Ofreciendo a las familias la tranquilidad a la hora de confiar y encontrar un sitio en el cual sentirse acompañad@s.
Este servicio único, es tan sencillo y asombroso como la vieja receta de la abuela, donde las cosas van a fuego lento, sin prisas, procurando que todo se ponga en su lugar en el momento exacto. La abuela, esa persona que todo lo ve, que cura nuestras heridas con besos, cómplice de cada paso, consentidora de aventura, flexible e incondicional y por encima de todo nuestra persona de confianza.
Así, El Rinconcito pretende ser fiel a la confianza que depositen cada una de las familias. Dando un servicio con mucho mimo, que se nutre de metodologías que se basan en el sentido común y el respeto al momento presente de cada niñ@ y sus capacidades innatas. Pues ya lo decían personas de renombre como Maria Montessori en la mente absorbente, donde se produce un aprendizaje espontáneo y sin esfuerzo, Rudolf Stainer creador de la pedagogía Waldorf atendiendo a ritmos naturales de l@s niñ@s, con momentos de expansión y concentración, Emily Pikler y el movimiento libre que trabaja la autonomía del niñ@ dejándole que haga por sí mism@ sin intervención del adulto, así como una lista infinita de personas con una labor excelente en el campo de la educación: Rebeca Wild, Carlos González, Catherine L’Ecuyer, Mar Romera, Arno Stern, Bernard Acouturier, Tamara Chubarovsky, Alberto Soler etc.
Un lugar donde nuestros pequeños puedan asistir con altas dosis de motivación, combinando emociones, creación y aprendizaje.
Filosofía de los cuidados con la infancia
La madre de día es la figura profesional encargada de l@s pequeñ@s. Ha de estar no sólo accesible, sino también disponible, ofreciendo los medios y la atención necesaria en su día a día.
Entiendo esta labor educativa dentro de los cuidados personales. Que incluye, tanto cuidado esencial de cada peque, como proporcionar momentos de autonomía y desarrollo de su potencial.
Para ello, me apoyo en una serie de aspectos prácticos que os explico a continuación:
- Es esencial crear un apego seguro. Crear un vínculo seguro con las personas de referencia.
- Responsabilizar de sus acciones a los peques con consecuencias lógicas y reales a su edad. Vivir el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, establecer unas normas y límites que velen por su seguridad.
- Gestión de las emociones. Conocer las distintas emociones para un mayor entendimiento de nosotr@s mism@s y del entorno.
- Celebrar cada triunfo. La valoración de los logros personales, tanto individuales como grupales, por propia iniciativa. Cuidando nuestras intervenciones, el tono emocional y frases que refuercen la apreciación personal.
- Ofrecer la mejor versión de cada uno. Para ello es necesario cuidar nuestro bienestar personal.
- Observar para ofrecer. Menor intervención del adulto y preparación del ambiente en función de cada etapa.
- No se busca el producto si no el proceso. Disfrutar cada proceso y poder crear cosas nuevas.
- Ofrecer el arte en su múltiples variables, ya que contribuye al desarrollo de la identidad y expresión del yo.
- Pero sobre todo aprender a vivir en calma cada tiempo y momento.